Fuente propia |
Hoy hace un mes que cerraste tus preciosos ojitos verdes,
para no volverlos a abrir nunca más. No soy capaz de olvidar nada de ti, ni tu
sonrisa, ni la alegría que desprendías, ni tu voz, con ese acento santeño que
tanto me gustaba…mil cosas tuyas, que jamás olvidaré.
Esta carta quiero dedicártela a ti porque tú me enseñaste lo
que era amar a un amigo de verdad. Yo fui afortunada, lo hice y lo seguiré
haciendo. Desde el día que apareciste en
mi vida, estuviste presente día tras día, sin dejarme sola. Porque la
distancia, no significaba nada para nuestra relación.
Tenerte cerca ha sido el premio más grande que he llegado a
alcanzar. No sabes lo que daría por volver a repetir toda nuestra historia, quiero
recordarla y compartirla contigo, para que desde allí arriba, no me olvides…
Te conocí en un momento complicado para mí, porque hacía poco
que había perdido a mi tía. Tú, sin apenas conocerme, pediste mi número de
teléfono para ayudarme y te lo dieron. Comenzaste a hablarme y poco a poco
conseguías sacarme sonrisas y animarme, sin nunca antes haberme visto en
persona. Hasta que un día por fin viniste a Cáceres, tenías muchas ganas de
conocerme, al igual que yo a ti. Fui a la Ciudad deportiva, porque venías con
el club de atletismo de tu pueblo. Llegó el momento de conocernos y así fue, yo
estaba un poco nerviosa y al verte me sonrojé un poco porque soy un poco tímida
al principio pero poco tiempo pasó, hasta que me di cuenta de que nos tratábamos
como si nos conociésemos desde hacía años. Y así fue, cada vez que había
competiciones, tú venias para verme y yo iba a hacerte compañía.
Los días iban pasando y poco a poco me dejabas conocerte un
poquito más, me contabas tus gustos, tus aficiones, cosas sobre tu familia, tus
problemas…Teníamos muchas cosas en común y un sueño que prometimos cumplir
juntos, “Iríamos juntos a Tomorrowland” , el mayor festival de música
electrónica celebrado en Bélgica. Eso nos hacía mucha ilusión a los dos, solías
pasarme tus enormes audios cantándome cuando estabas alegre.
Seguíamos viéndonos cuando venías a la Ciudad Deportiva. Y tú
solías decirme “¿Cuándo vas a venir a mi pueblo a verme?” , yo te respondía que
cuando mis padres pudiesen llevarme, yo iría a verte. Pero por suerte acabaste
bachillerato y conseguiste cumplir parte de tu sueño. Te viniste aquí a Cáceres
a estudiar lo que más te gustaba, Cocina.
Este año por fin te viniste aquí pero por desgracia este fue
el último año que pasamos juntos y no conseguiste acabar tu sueño. Salíamos de
fiesta y yo solía ser tu aguafiestas, porque no te dejaba beber alcohol, no te venía
bien para el corazón y yo me enfadaba mucho porque no quería que te pasase
nada. Sin embargo tú salías y seguías haciéndolo. Disfrutabas como cualquier
niño que salía de fiesta. También solíamos salir a cenar cuando salías de clase
o íbamos de compras. También recuerdo todas esas mañanas que yo salía de clase
y te visitaba inesperadamente o esos días en mi campo con mi familia. Jamás
olvidaré el día de mi cumpleaños, este último 8 de diciembre, y la fiesta
sorpresa que me organizasteis por mis ansiados 18. Al igual que tampoco
olvidaré el último día que salí contigo aquí, ese 19 de diciembre. Fuimos a Codere con nuestros amigos porque os
encantaba apostar y yo ya era mayor de edad, tú me intentabas convencer para me
hiciese una tarjeta para dejártela a ti y apostar, me chantajeabas y me decías
que iríamos a medias con el dinero y yo me lo tomaba a risa. Fuimos a cenar y
más tarde fuimos todos de paseo.
Desgraciadamente no volví a compartir ningún momento más
junto a ti, yo estaba estudiando y lo único que hacíamos era hablar. Me
arrepiento mucho de no haber salido más contigo pero por desgracia no sabía que
me despediría tan pronto de ti. El día 29 de diciembre fue la despedida
definitiva, jamás volvimos a hablar. Te desee
suerte antes de entrar en la operación y aún sigo esperando tu prometida
respuesta “Cuando salga te hablo, todo saldrá bien. Te quiero”.
Se complicó la cosa al salir de la operación, y sufriste un
derrame cerebral que al cabo de casi un mes, te provocó la lamentable partida
mi querido angelito. El día 17 de enero tu corazoncito se paró para siempre,
dejándonos a todos tus seres queridos sin ti.
Jamás olvidaré todo lo vivido contigo. Gracias por aparecer
en mi vida y hacer de cada momento a tu lado, único. Por enseñarme a sonreír en
los peores momentos y confiar en que los imposibles, siempre son posibles. Siempre has sabido entregarme lo mejor de ti.
Gracias por todo lo vivido juntos, siempre vivirás conmigo.
Fdo: Tu hermanita pequeña
TE QUIERO ❤
Querida amiga, me ha emocionado esta carta que has escrito a tu ángel de la guarda. Sé cómo ha sido tu amistad con él, sé cómo te ha cuidado, sé las sonrisas que te ha sacado, sé cuánto te ha ayudado y te ha protegido como "tu hermanito mayor" que era, es y será. También estoy viendo lo mal que lo pasas, cuánto le echas de menos, cada foto que cuelgas en tu habitación con él para tenerlo siempre presente,... Sé por lo que estás pasando, pero ánimo amiga, estoy aquí y sé que con tu alegría y sus ganas de vivir seguirás adelante, porque él te cuida desde donde está.
ResponderEliminarMuchísimas gracias querida amiga, por TODO 😘😘😍💙💙
ResponderEliminar